No sabes que ellos llegaron
te despiertas y aun no lo sabes
Y te buscas en el espejo
en los ojos cansados
en la barbera que muerde el cuello
en el crepitar de murmullos secos
en los gritos lejanos de una vieja
Te descubres solo nuevamente
sobre la cama en desorden
Ellos ya recorren la avenida ventosa
tu caminas el sombrío eco del instante
y no ves rezar a tus hermanas
Rezan con un alfiler
que quema y cura
debajo de la lengua
El día se acomoda
antes que los colores
que la luz y que los sellos
con cólera bebes el agua impura
en el cuenco de la humillación
en las palmas donde la eternidad aun forma
las figuras de tu niñez
de ojos cerrados
cierras la puerta
caminas
En el cruce de las avenidas
un aire de aniversario
te aguijonea
Miras distraido y eres visto
Los animales del cielo rugen tormentas
y piensas en un dibujo que aun no has visto
Ellos ya se acercan en contravida
Saludas a la gente esquiva
que apretuja un secreto en cada puño
que se aparta
que te mira con asombro con lastima con miedo
anunciando que ellos llegaron
No sabes morir
y sin saberlo
has visto caer el casquillo de la última mañana
NOCHE Y MAÑANA
Tenía miedo
y otra vez hice una carpa con mi cobija
amarilla de luz
para que me protegiera
En la noche vacía
el dolor se derramaba en el suelo
empapando la tierra
y la voz de papá
Los perros morían
(y morían los gritos de mamá)
morían
Cuando no hubo más
salí al camino
sin pisar sangre ni cabezas
y aunque no regresé nunca
sigo temblando
EL ARBOL LA NUBE Y LA INFANCIA
I
Ella fue a visitarte al cuartel
Ella fue a visitarte al cuartel
al país del desespero
entre paredes de vieja tapia
sembradas de dientes sueltos
sembradas de dientes sueltos
Su cuerpo
fragil de humo
fragil de humo
lavaba la música de tu enfermedad
(Los guerreros lo pisotearon
antes de salir a acuchillar la vida)
No mueras del todo
te dijo
No te pongas rigido
Si dejas de morir vendran los otros
y seguirá la degollina
La miraste triste
II
El arbol que ahora es horca
El arbol que ahora es horca
fue columpio de la infancia
TIBIOS MURMULLOS EN LAS OFICINAS
I
Luego el silencio tejido de alambre
el parpadeo cierto que entra sin permiso
por la misma puerta en la que el tiempo naufraga
se enfría
se derrite sobre la sonrisa y la ropa
y los celos de las conversaciones
II
Sobre el acuchillado mineral los prados llueven manos
Dedos sobre la blanca bandera
cada vez más sucia
cada vez más sucia
- la ceniza sopla la caligrafía de sus celajes -
de desiertos excavadoras y nudos impenetrables
III
Los que estamos jugando
fuera de las oficinas y los cuarteles
fingimos que vamos a amordazar el filo del cuchillo
el brillo apuñalado en el ojo
donde gotean restos de granadas
Mentimos que vamos a desarmar las lámparas
para que las velas transformen sus tinieblas
alumbren la agonía
a los sagrados hipócritas
a los sagrados hipócritas
a las cabinas vacias de teléfonos públicos
IV
Delante del viento rugoso
frente al tablero
los recién nacidos desaparecen con la luz.
UN VIEJO SACA UNA PLUMA DE LA ARENA
I
Ahora soy
las irrisorias manchas de mi enfermedad
el cadáver que abandonarás
en un corral de almendros
yo fui coleccionista de falsos viernes
poblados de arcángeles apasionados
alguna vez
en Cúcuta
Segada la médula de su estertor
entre pequeños dioses
cortaba las palabras de los otros
cortaba las palabras de los otros
Como un adelanto de condenación
tambien arranque los labios de una niña
tiernos meandros triturados en mis dientes
Gocé el deleite que aviva las moscas
las nubes secas que vigilan el universo
Antes que mis palabras apestaran a nostalgia
tu piel
la bestia que trincaba mi sonrisa
sopló sus despedidas
alfabetos que no recordaban nada
arrugas con filos cortantes
generosos
II
Junto al pamplonita
un viejo saca una pluma de la arena
entre remolinos de larvas delicadamente insólitas
convertidas en verdosa inmundicia
bellas como el vómito que dejan los recuerdos
Como todo angel caído
será devorado por el fuego
Irreparablemente alguien agoniza en tu sueño
Entre perros que salen del parque
que ya no sé si es el parque
un árbol
o los ojos de un enfermo
En mi sueño
es mentira que llueve o que llovió
Y nadie sonríe
Y nadie sonríe
Respiro
respiro
Te veo en mis ojos
vestida horriblemente de verde
sin zapatos
En la acera opuesta un hombre muere
Y sé
Que hoy es otro lunes ciego